El atleta Vicbart Geraldino ha sido uno de los mejores exponentes del judo. En 1997 fue escogido como «Atleta del Año» del Comité Olímpico Dominicano.

Se convirtió en el primer campeón a nivel Panamericano en la historia de ese deporte y primero con medalla de oro juvenil en el extranjero.

Campeón en Uruguay, presea de oro en la Copa Internacional de la Hispanidad en Argentina y otros logros en Centroamericanos y del Caribe.

Medalla de Oro en Puerto Rico y en Miami. Ha competido con los mejores judokas de Francia, España, Estados Unidos, Inglaterra, Colombia, México, Venezuela, entre otros países importantes. (Impresionante!

Nunca he hablado con Vicbart. No conozco a su familia. Pero sí conozco de su dedicación, entrega y amor por esa disciplina.

El caso es que Vicbart ha llamado la atención de toda la comunidad deportiva por unas diferencias que tiene con su Federación.

Reclama un dinero por el uso de su imagen comercial en los pasados Juegos Panamericanos, pago de una beca de Solidaridad Olímpica, entre otras cosas.

Vicbart está muy decepcionado y en lugar de ser motivado por Jaime Casanova, sencillamente ha sido relegado a un segundo plano.

Casanova, en un error grave, ha dado a entender que ya no sirve, que no lo necesitan, y lo más grave, no habla claro sobre el caso.

Nos han llegado reportes de que se pondera la posibilidad de sancionar o expulsar del judo a Vicbart, una medida que podría ser lamentable.

La primera señal en ese fin es que las asociaciones le dieron poderes especiales a Casanova para que tome la decisión que estime correcta.

Valoro bastante su trabajo en el Judo y prueba de ello es que ha sido premiado varias veces por este diario como «Federación del Año».

Sin embargo, en lugar de «eliminar» a Vicbart, lo que procede es hablar claro. Sin arrogancia y con la firme intención de aclarar las cosas.

Así que Jaime, ignora las voces malsanas, conversa con Vicbart y no actúes como un dictador. Si lo haces, )qué pensarán los demás atletas? (Piénsalo!.