Desde hace un tiempo la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) está en una aguda crisis que ha dividido a sus miembros.

No quería referirme al caso por respeto institucional a la ACD, que actualmente dirigente Jorge Torres, y por el gran cariño a Ramón Cuello.

Sin embargo, me puso triste una nota enviada a los diarios por la ACD con motivo a los 75 años de la entidad en la que llama a la unidad.

Quiero recordar algo. Hace seis años la ACD fue estremecida por una división ante una disputa electoral entre Héctor Cruz y Roosevelt Comarazammy.

Yo me encontré muchos enemigos, y al paso de los meses entendí que nada se ganaba con pleitos estériles. Gracias a Dios eso se olvidó.

Con este nuevo «pleito» entre Torres y Cuello sólo hay un perdedor: la ACD. Y eso significa que perdemos todos ante la sociedad dominicana.

Quedamos mal ante los ojos de los empresarios, de nuestras familias y damos una pobre demostración de lo que debe ser la convivencia.

Probablemente, Torres podría convencerme de que tiene la razón. Lo mismo pasaría si hablara con profundidad sobre el caso con Cuello.

Sin embargo, se ha perdido un tiempo muy valioso y es hora de darse un abrazo y olvidar lo ocurrido. Eso nos engrandecerá a todos.

Ha pasado más de un año de esos comicios y yo sugiero a Cuello que se una a los trabajos de la ACD y que vuelva a presentarse como candidato.

En la fecha de las pasadas elecciones, le dije a Jorge Torres que votaría por Ramón Cuello. Y si se repiten los comicios lo haría de nuevo.

Pienso así porque le tengo un gran agradecimiento a Cuello. Pero basta ya de seguir perdiendo el tiempo en una batalla infructuosa.

Hoy más que nunca los periodistas deportivos necesitamos estar unidos. Y las razones sobran. ¡Pido la unidad!