Hoy 
POR FRANKLIN MIRABAL
El béisbol es un negocio, pero nunca como hoy, se había visto tanto desprecio hacia jugadores que dieron mucho brillo a las Grandes Ligas.
Yo diría que los Dodgers fueron los últimos exponentes de lo importante que son los jugadores, más allá de lo que hacen en el terreno.
Hoy se vive de esta manera. El equipo te paga poco cuando no puedes ir a la agencia libre, y cuando llega el tiempo del jugador, éstos se lucen.
Sin embargo, los dueños se «vengan» al final. Me refiero a que cuando el pelotero baja de calidad no valoran sus años de servicios.
Ese desprecio lo hemos visto con Iván Rodríguez, que dos veces estuvo a punto de ir a Japón y de Ugueth Urbina que por poco se retira, entre otros.
Pero dos casos me llaman la atención. Andrés Galarraga fue un gran jugador, pero por mala fortuna un cáncer lo atrapó de mala manera.
El tiene 398 jonrones y ha rogado que se le de un último chance. Pero nadie quiere mirar hacia atrás y valorar su historial.
Ahora está el caso de Fred McGriff, quien busca un espacio para llegar a los 500 jonrones. Con tantos muertos en acción, merecen un chance.
En el caso de Galarraga, se presentó ante la prensa de Venezuela y se pudo observar que está en excelentes condiciones físicas.
¡Así está la pelota!
Me «bombardean» fanáticos de NY
Algunos lectores de HOY reaccionaron ayer incómodos conmigo ya que aseguré que estaba alegre porque Randy Johnson no fue a los Yanquis.
Yo estoy opuesto a que los mejores jugadores vayan a un sólo conjunto. Cuando eso ocurre se pierde el nivel de competencia y es peor.
No es nada contra los Yanquis, es un asunto de mejor balance en Grandes Ligas.
¿Y en que está lo de la comercialización?
Finalmente, en qué está el lío con la comercialización de los equipos de la pelota invernal.
No es por nada, pero no creo que haya mucha gente que este tiempo pueda entregar a los equipos 110 millones de pesos, sin dar un golpe.
¿Qué opina usted doctor Matos?.
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