Impacto deportivo

Impacto deportivo

POR FRANKLIN MIRABAL
 No acepto excusas de Alex Rodríguez

Desde que jugó en la pelota invernal dominicana hace una década, todo el mundo sabía que Alex Rodríguez se convertiría en una estrella. No por lo que hizo aquí, sino por el fantástico bono que recibió y porque los expertos de allá aseguraban que no podía fallar.

Nadie dudaba que era dominicano, que sus padres y todo su familia eran de aquí, naturalmente conociendo que nació en Nueva York.

Que hubiese nacido en Estados Unidos no era algo tan relevante porque sus padres, su madre y padre son de aquí y se sentía orgulloso de eso.

Pero el tiempo fue pasando, y el «flaquito» que vimos por aquí creció, aprendió de todo y rápidamente pasó ser un «chico ideal».

Excelente jugador, elegante, educado, inteligente, calmado, atento, en fin, digno de ser ciudadano del más culto de los países.

Una vez, George Bush dijo que él era «Americano» y el entonces Presidente Hipólito Mejía le aclaró: «No, ese es de nosotros, come mangú».

Pero todo se manejaba con cierto chiste. Cuando se presentaron los playoffs del 2004 y Alex Rodríguez dijo: «Alex Rodríguez, from USA», medio país quedó en «shock».

No era un asunto de dudas. Rodríguez le había dicho al país que era más dominicano que el «plátano» y hasta portaba nuestra bandera.

Ahí mismo yo le retiré el aprecio. Muchos dijeron que yo le «monté una campaña» y en un momento preferí dejar las cosas así.

Luego Rodríguez declaró en el Juego de Estrellas que es «Dominicano», que hará quedar mal a los periodistas de este país.

Pide que no le cambien las cosas. Que habló con Pedro y Tejada y que quiere representar al país en el «Clásico Mundial» de marzo del 2006.

Hace pocos días, ante las frecuente dudas señaló: «Me estoy inclinando por jugar por RD». Pero dos días después cambió a: «No jugará por nadie».

¡Otro schok».

Según Rodríguez, no quería deshonrar ni a RD ni a los Estados Unidos.

Pero uno se pregunta: ¿Quién era que más pregonaba su nacionalidad dominicana y su afán por probar que era más nacional que el plátano?.

Yo decía en la edición de «Impacto Deportivo» en radio en Rumba FM, que Rodríguez podrá ser rico en dinero, fama, popularidad y todo lo demás.

Pero es pobre de corazón, porque quien no tiene identidad no

tiene valor como persona. De lo que nadie se arrepiente es de su nacionalidad.

¡Punto y final!.

Impactodeportivo@hotmail.com

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