No hay forma de defender a alguien que rompe el “Estupidometro”

Michael Pineda era visto como una de las esperanzas del pitcheo joven de los Yanquis.

Hoy, lamentablemente, se ha convertido en una verguenza y en una gran decepción.

“Lo hizo muy mal”, fue lo primero que dijo el dirigente de los Yanquis, Joe Girardi.

Pero aquí yo creo que hay culpa de mucha gente, incluyendo al propio Girardi.

Primero, vamos con Pineda.

Este muchacho se pasa de ingenuo, de listo y cae en la categoría de ser llamado un estúpido.

Cuando se puso la “cosa rara” en la mano, lo veía todo el mundo.

Y cuando repitió la dosis en el cuello, también se veía claro.

Entonces, ¿Por qué meter la pata de una forma tan infantil?.

Simple: Usted es un estúpido.

Ahora bien, Girardi, los coaches y los jugadores, ¿No llegaron a ver algo raro?.

Nadie pudo advertirle, “Mira, Pineda, ese asunto se ve claro”.

Es decir, que todo el mundo se hizo el ciego, y aunque Pineda es el mayor culpable, en el dogout de los Yanquis, todo el mundo merece un “cocotazo”.

Tal y como se esperaba, las Grandes Ligas suspendió a Pineda por 10 juegos y nadie lo puede defender en este momento.

Pineda admitió su culpa, ¡pero caramba, dos errores en salidas corridas contra Boston!.

Ojalá y esto no afecte su carrera, aunque desde ya, su imagen se ha desplomado en la ciudad de Nueva York. Es lamentable decirlo, pero hoy Pineda es la burla de todo el mundo en las Grandes Ligas.

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