Impacto deportivo

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Robinson Canó no merece ser abucheado hoy en el Yankee Stadium

Robinson Canó llegó el lunes a Nueva York para su primera serie contra los Yanquis.

De inmediato, ha sido tema de debate cómo será recibido por parte de los fanáticos.

Yo quiero exponer tres tesis.

Tesis 1:

Apoyé que los Yanquis no le dieran un contrato de 240 millones de dólares.

¿La razón?.

Los Yanquis habían fracasado con varios contratos grandes, siendo el caso principal el pacto con Alex Rodríguez.

Y agrego, que yo no le doy a un segunda base un contrato reservado para gente que de 40 ó 50 jonrones y que empuje de 125 carreras arriba.

Tesis 2:

Ahora bien, reconozco que Canó es el mejor segunda base del juego, y dio un “palo” con ese contrato en Seattle.

Tesis 3:

Al margen de lo que fue una batalla por ver quién daba menos, o quién conseguía más dinero, la calidad del trabajo de Canó con los Yanquis no puede ser ignorada.

Canó terminó siendo el jugador más saludable del equipo. Igualmente, el hombre que pegaba los hits para remolcar carreras buenas y para ganar.

Es decir, que dentro de sus limitacines para poder ser un gran “slugger”, hizo su trabajo.

Visto así, entonces los fanáticos deben agradecer que mientras estuvo con ese uniforme dio lo mejor de sí.

Su salida de Nueva York fue por un asunto económico, y eso fue un pleito entre los dueños y los representantes de Canó.

Creo fielmente que los fanáticos deben aplaudirlo. De lo contrario, serían injustos.

Sígueme en Twitter: @Elreydelaradio.

 

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