Fue en el hotel, temprano en la tarde del lunes, que pude hablar largo y tendido con el estelar jugador Al Horford.

Desde que lo vi, le saludé, me dio un abrazo, le invité a sentarse y le pedí un par de minutos.

Fue una conversación muy interesante. Antes de comentar de lo que hablamos, lo vi sencillo, humilde, hablando bajito, tratando bien a un asistente, pidiendo cosas con un por favor, en fin, un joven que sigue brillando, pero con la cabeza bien puesta.

Quería decir eso primero.

Sobre la selección nacional, Horford mantiene su amor por el país, y eso lo tiene presente en este nuevo evento internacional.

«Yo amo mi país», me dijo. Horford está atento a su país y sabe del aprecio que le tienen los fanáticos.

«Esa es una de las cosas que me motiva. Cuando voy al país, a Puerto Plata, la gente me aclama, y yo no les puede hacer quedar mal», dijo.

Horford fue claro y categórico en resaltar el nivel de hermandad que hay en la selección, y resalta que estén entrenando y jugando con tiempo.

«Antes pudimos lucir perdidos, pero es que no jugamos juntos el tiempo necesario».

«Una cosa es tener talento para jugar, y otra es poner ese talento en favor del equipo».

Concluyo diciendo que Horford es un orgullo del país.

Leo López se cotiza como ejecutivo del basket

Puede ver cómo todos los jugadores distinguen a Leo López, quien es el gerente de los Leones de Santo Domingo. Lo tratan como a un hermano.

Y eso de relacionarse y hablar el mismo idioma de los jugadores, acelera el éxito de un gerente.

Leo López va por muy buen camino.