No soy brujo, pero escribí hace 15 días que a Carlos Peña le convenía regresar a Tampa.
¡Y así ocurrió!
¿Por qué lo pensé de esa forma?
Peña siempre fue señalado como un jugador que no podía fallar.
Recuerdo que en sus tiempos en Texas era apadrinado por Alex Rodríguez.
Sin embargo, en Texas no cuajó, lo mismo pasó cuando llegó a Oakland, brevemente pasó los Yanquis, estuvo en Boston, en Detroit, en fin, dio vueltas y vueltas.
Firmó con los Cubs y allí tampoco pudo exhibir los números que se esperaban de él.
¿Dónde logró sus mejores años?
Sencillo: En Tampa.
Tres temporadas de 46, 31 y 39 jonrones.
Sus tres temporadas de más de 100 remolcadas.
Ganó un Guante de Oro, un Bate de Plata y fue electo al Juego de Estrellas.
Tampa era su paraíso, pero súbitamente se fue a los Cubs.
En el escenario de Tampa, Peña puede volver a brillar.
Es usual que los peloteros en busca de mejores contratos lleguen a ciudades que no les cuadra y decaen.
De todas formas, Peña es joven y puede volver a dar palos. Sígueme en Twitter: @Elreydelaradio.