Este martes comienza el Todos contra Todos del béisbol invernal y todos los equipos desearían reforzarse con los peloteros de Grandes Ligas.

Sin embargo, hay un gran problema.

A estos peloteros hay que llorarles mucho, algunos no están en forma, otros podrían romper la química de los equipos, en fin, no es tan fácil.

Pongamos ejemplos: El Licey quisiera tener a José Guillén en juego. Pero resulta que Guillén hace mucho tiempo que no le pone la mano a un bate.

El caso Vladimir Guerrero: Es cierto que Guerrero podría jugar, pero es del tipo de jugador que hay andar detrás de él, y además, no está en condiciones. Caso Miguel Tejada: No está en forma, y de jugar, crearían un problema en el infield de las Águilas. ¿Dónde jugaría? ¿A quién sentar?

A esta altura de juego, un Joaquín Arias, por ejemplo, es mejor que cualquier pelotero de Grandes Ligas que venga a ponerse en forma. Está el caso de los lanzadores: Francisco Liriano podría lanzar con el Escogido, pero con entradas contadas.

Lo mismo pasa con Edinson Vólquez, quien sólo tiró 20 pitcheos en su última salida contra las Águilas en el estadio Cibao de Santiago.

En estos días hay muchos dolores de cabeza para los gerentes generales.

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