Erick Almonte es alguien que he distinguido en el béisbol.
Lo elogié cuando trabajó con los Leones del Escogido, lo incluí en unos de mis Libros, y lo he entrevistado varias veces en mi programa Impacto Deportivo. Como pelotero local debo decir que fue “muy bueno”, ganó dos Premios de Más Valioso.
Es conocido por ser una persona que dice “lo que piensa”, sin importar las consecuencias.
Eso se le permitía 100% cuando era pelotero o comentarista, pero resulta que hoy debería cambiar ese estilo porque es el Presidente de la Federación de Peloteros. Pues resulta que el Licey se encuentra en una “discusión salarial” con el jugador Aristides Aquino, y sin conocer a fondo el caso, Almonte arremetió ayer contra los equipos.
Lo más pequeño fue que los llamó “Ventorrillos”. Es decir, “Ventorrillos” a los equipos donde él jugó y con los que tiene que tratar ahora temas que benefician a los jugadores.
Tiene el derecho de defender a los peloteros, pero la forma usada es la peor, y de manera personal, advierto que eso traerá consecuencias negativas.
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