POR FRANKLIN MIRABAL
Nunca antes un torneo de béisbol invernal había sido precedido de tantos problemas, tropiezos, cambios de mando y precariedad económica. Tres conjuntos cambiaron de dueños, bajarán cantidad de refuerzos, no traerán árbitros importados y el dólar sigue caro, entre otras cosas.

Pero como dije en días pasados, siempre habrá pelota, por ser el principal pasatiempo nacional y porque todo el mundo apoya ese evento.

Ahora bien, si fuera el presidente de la Liga, en este caso el amigo Matos Berrido, me alegraría si se produjera algo de impacto positivo.

No hay que ser adivino para pronosticar que algo que despertaría un gran interés entre los fanáticos sería los cambios de jugadores.

Si se revisan las nóminas de todos los equipos hay muchos peloteros que por los motivos que sean, caería bien que cambien de equipos.

La época de cambios en las Grandes Ligas es de lo que genera más interés y no me explico por qué eso no se imita en la pelota invernal.

CAMBIOS DE JUGADORES GENERA GRAN INTERÉS

Pongamos ejemplos. Creo, y podría estar equivocado, que probablemente Miguel Olivo y Willy Mo Peña no jugarán este año con las Aguilas.

Se cree que los Leones del Escogido harían bien si cambian al lanzador Miguel Batista, quien en el pasado humilló a esa franquicia.

Se comenta que Pedro Feliz podría ser cambiado por los Gigantes del Ciboa. Se dice que Félix José podría salir de las Estrellas.

En fin, hay muchos rumores, pero lo ideal sería que se produzcan cambios grandes que pongan a la gente a opinar sobre esos movimientos.

Hay que erradicar esa practica de que si un jugador no muestra interés en ver acción con un conjunto, se deja eso así y se pierde ese talento.

HAY QUE ELIMINAR MIEDO A LOS CAMBIOS

¿Cuál es problema?. Diría que un obstáculo que siempre se ha presentado es que nadie quiere perder prendas importantes de sus equipos.

Y eso es un error. Por ejemplo, las Aguilas tuvieron algunas dificultades con el pitcheo abridor y por eso no ganaron el año pasado.

Si ellos logran convencer a Miguel Batista, por ejemplo, como van a recibir algo bueno, deben dar alto importante. Un Miguel Olivo o Willy Mo Peña.

Sigo poniendo ejemplos. El Escogido quiere a Félix José, si las Estrellas no pueden pagarle lo que merece, pueden recibir un gran prospecto.

Pero si desean un cambio del mismo nivel en cuanto a calidad de peloteros, también el Escogido, si le interesa José, lo debe aceptar.

Otro asunto. Previo al cambio, se consultaría a los peloteros involucrados, ya que no vale la pena adquirir a alguien que luego no jugará.

Sería bueno que se institucionalizara un espacio de tiempo en que se reúnan los gerentes generales, como en Grandes Ligas, y conversen sobre eso.

Si es mucho pedir, la Liga puede organizar rondas. Chilote Llenas le interesa dos jugadores del Licey. Se reúne con Fernándo Ravelo, y discuten cómo puede darse esa posible negociación.

Espero que los gerentes vean esta exposición constructiva que les hago, que ahora más que nunca hace falta en la pelota invernal.
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