Señores, pero está super bueno el Libro de David Ortiz.
Hoy quiero tratar lo que dice David sobre sus relaciones con su amigo Manny Ramírez.
Cuenta que Manny era un tremendo jugador, y un buen amigo, pero que era una persona muy impredecible.
Relata que Manny le decía: “Invítame a almorzar para que hablemos”.
David llegaba al restaurant y pasada media hora, 40 minutos y Manny no llegaba.
Entonces David lo llamaba, y él contestaba: “excúsame, estoy en el play”.
Pero dice que al margen de eso, Manny tenía una aura tan grande que logró ganarse el cariño de todos los fanáticos.
Revela que llegó un momento en que Ramírez se “calentó” en Boston, y fue cuando insinuó que podía jugar con los Yanquis de Nueva York.
Eso provocó que lo pusieran en “”Waivers”, aunque al final nadie lo reclamó.
En ese tiempo había una obsesión muy grande de odio contra los Yanquis y eso se sentía entre los jugadores.
Pero volviendo al estilo de jugar de Manny, David lo define como algo para disfrutar.
Manny no hacía caso a las críticas, tenía su propio mundo y solo se preocupaba por batear. En sentido general, David define su tiempo con Manny como lo mejor en su carrera, al igual que compartir con Pedro Martínez.
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