Hoy 
POR FRANKLIN MIRABAL
No quiero presumir de que esta columna se lee mucho, pero desde el sábado he recibido decenas de llamadas sobre algo que prometí escribir. ¿Qué prometí escribir?. Después de juntar tantos elementos, necesito dos entregas para ilustrar sobre un tema que involucra a José Joaquín Puello Herrera y Luisín Mejía.
Hay muchas especulaciones sobre una «supuesta crisis» que pudiera tener consecuencias insospechables en el seno del Comité Olímpico.
Con lo que voy a escribir, jamás pretendería «dañar» a Puello ni a Luisín, ni mucho menos «enchinchar» ningún tipo de problemas mayores.
Vamos a relatar este caso:
José Joaquín Puello Herrera decidió dejar el Comité Olímpico Dominicano (COD), a pesar de contar con una apoyo excelente de las federaciones.
Es decir, si lo hubiese deseado, aun con oposición habría barrido y se quedaba en el COD. Pero Puello se fue porque él mismo lo decidió así.
FUE PUELLO QUIEN DECIDIÓ DECIR ADIÓS
Según sus propias palabras, Puello quería dedicarse a su familia y que tenía pendiente terminar un proyecto personal relacionado con la medicina.
Visto así, se fue tranquillo ya que «apadrinó» a Luisín Mejía, su mano derecha, el hombre que se fajó contra Mario Vázquez Raña en los Panam.
Lo ideal era que Puello se mantuviera como un «asesor» permanente del deporte, y principalmente, guía de su querido discípulo Luisín Mejía.
Sin embargo, Puello logró un prestigio y poder tan grande en la sociedad, que al salir del COD eso ha mermado y no es fácil de asimilar.
Es algo normal. Sales todos los días en los periódicos, te entrevistan para todos los programas y de repente pierdes un poco de notoriedad.
Aparentemente, Puello no estaba preparado para marcharse, y lo hizo ante presiones del momento y de que realmente estaba un poco cansado.
Al paso de los meses, gestiones que Puello hacía con facilidad, como visitar un funcionario (caso de Obras Públicas), se le puso difícil.
Se reportó en la prensa que lo dejaron esperando con algo relacionado al Albergue Olímpico y eso es un trago difícil de tragar.
Eso llevó a Puello a tirar unos «torpedos» contra el deporte que dirige Luisín Mejía, que fue la persona que él dejó en su trono del COD.
¿Qué significa eso?. Eso fue una forma de hacerse sentir, de que lo tomen en cuenta y de que realmente quiere ser oído como antes.
Puello es tremenda persona, de grandes méritos, que al igual que Polón Muñoz, y otros deportistas, debería ser consultado siempre.
Lo entiendo en el sentido de que la soledad y la falta del poder que da ser presidente del Comité Olímpico, le pudiera estar afectando.
AQUÍ VIENE EL GRAN PELIGRO DEL CASO
Sin embargo, hay un peligro latente que podría estremecer el deporte nacional, y creo que gente de buena voluntad debe intervenir.
¿De qué se trata?. Eso lo voy a revelar mañana. Les contaré cómo se podría crear una crisis de resultados muy malos para el deporte.
Hay gente que quiere armar ese «lío». Pero de esa parte voy hablar mañana. ¡No se lo pierda!.
