Los fanáticos de Boston y los Yanquis no quedaron muy conformes con los resultados de sus equipos en el primer fin de semana.

En el caso de Boston, extraña que ellos no se fortalecieran bien en el bullpen en la temporada muerta.

De hecho, pudieron firmar a Francisco Cordero, quien brilló en el 2011, y que ahora es preparador en Toronto.

Igualmente, estuvo en el ambiente Fernando Rodnley, pero finalmente no hicieron nada.

En ambos escenarios, la inversión no pudo ser nada del otro mundo.

No olvido que hace 3 años, Jonathan Papelbon quería ser abridor, y ante la ausencia de un cerrador tuvo que regresar a su rol anterior.

Ahora no tienen a Papelbon ni como abridor ni como cerrador.

Me inscribo en el grupo de gente que apuesta a que ningún equipo puede ganar si no tiene un cerrador de verdad.

En el caso de los Yanquis, sí tienen personal de calidad para activarse y clasificar.

El equipo está más completo que el de Boston, y la gerencia suele ser más agresiva.

Equipos de este nivel no se deben dar el lujo de comenzar mal.

En lo que se averigua el caso, verse con un récord de 0-3 al llegar a la jornada de ayer fue un gran dolor de cabeza para los seguidores de Boston y de los Yanquis.

¿Hay pánico?

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