Parece que están contados los días de Carlos Gómez en Milwaukee.

Honestamente eso me sorprende, porque al principio de la temporada, ESPN lo señaló como uno de los mejores jardineros del béisbol.

Ayer, por ejemplo, en una encuesta de MLBTraderumors, el 80% de la gente opinó que debe ser cambiado.

¿Cuál es el problema?.

Simple: Carlos Gómez lo tiene todo para triunfar, pero de apariencia, en lo real, ha sido un “peloterito” que gana 8 millones de dólares anuales.

En lo que va de temporada batea .264, con 5 jonrones y 21 carreras remolcadas.

Sus números indican que no tiene jerarquía de jonronero ni de remolcador de carreras.

En nueve años en Grandes Ligas, Gómez promedia 11 jonrones.

Igualmente, su promedio de remolcadas apenas pasa las 50.

Pero también promedia más de 30 juegos perdidos por año debido a problemas de lesiones.

Aún así, su gente piensa que tienen un tesoro y aspiran a un nuevo contrato de mucho dinero.

Frente a esa situación, la gerencia de Milwaukee podría cambiarlo por talento jóven.

Pero hay otros problemas que tiene Gómez, que van más allá de las estadísticas.

No es un líder dentro del equipo y vive un mundo aparte en lo referente a su producción. Se lastima mucho y tiende a perder el rumbo del juego.

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