Solanlly Soto 
Siento gran admiración por la carrera como dirigente olímpico de Luisín Mejía.
Lo he visto crecer desde sus primeros días al lado del legendario José Joaquín Puello Herrera, hasta convertirse en presidente del Comité Olímpico Dominicano.
Luisín tiene todas las virtudes de un “líder deportivo”. Capaz, preparado, con grandes conocimientos de todos los deportes, supo hacer su fila, ha sido exitoso, y hoy es visto como un modelo internacional.
¿Cómo así?
Simple, cuando José Joaquín falló por poca cosa la presidencia de la ODEPA, señaló a Luisín como un futuro candidato a ese gran puesto.
¿Por qué?
Luisín se ha ganado un gran prestigio a nivel internacional, donde llega lo conocen y aprecian su gran capacidad.
En su paso por el Comité Olímpico ha visto los más grandes logros de atletas de RD en Juegos Panamericanos y Juegos Olímpicos, y dicen que los resultados hablan solos.
Luisín es una persona equilibrada, que “Pelea” con las ideas, no alberga odio en su corazón y camina por el agua limpia.
Su pureza como ser humano cada día lo acerca más a Dios, en el campo de la Iglesia.
Tiene sensibilidad humana y es un fiel “Tutor” de los atletas.
De Luisín solo se pueden decir cosas buenas, como resultado de una carrera de éxitos y admirada por la familia deportiva.
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