Me confieso triste por el despido de Manny Acta de parte de Cleveland.

Pocas veces a usted lo botan dos veces, aún teniendo talento.

Acta fue despedido por los Nacionales de Washington y ahora por los Indios de Cleveland.

¿La razón?

El  material que le ponen en sus manos no puede competir, ni ganar una corona.

Son muy pocos los equipos, que con presupuesto pequeño, o peloteros de baja calidad, pueden ganar en Grandes Ligas.

Visto así, no se puede jugar a la suerte.

Como producto del pobre equipo de los Indios, tenía récord de 65-91, en el sótano y a 19 juegos del primer lugar.

Ahí se aplicó la tesis de que más fácil se bota al manager, que a los 25 jugadores.

¿Qué pasará ahora?

Primero: Aparecerá otro equipo de mercado pequeño a ofrecerle trabajo.

Sin embargo, Acta debería declinar otra propuesta como las anteriores, porque exponerse a un tercer despido, es algo que le dañará su hoja de servicio.

Acta debe esperar un chance de un equipo grande, donde realmente pueda explotar su talento, pero con respaldo.

Si fuese necesario, Acta debería tomarse un tiempo de descanso.

Como prueba de su calidad como manager, aunque el equipo estaba en el último lugar, casi ningún periodista americano se atrevió a cuestionar su potencial. ¿Qué indica eso?.

Simple: Que sus bonos siguen altos, aunque sus equipos siempre han estado abajo.

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