IMPACTO DEPORTIVO
No lo quería ver pero finalmente pasó

IMPACTO DEPORTIVO <BR>No lo quería ver pero finalmente pasó

POR FRAKLIN MIRABAL
Desde hace un tiempo venía advirtiendo que se quería una Serie Final entre Aguilas y Tigres para salvar el actual torneo de béisbol invernal. Dije en «Impacto Deportivo» del canal 11 y en «Botando el Golpe» de Rumba FM, que descartaba que el doctor Matos Berrido planificara tal barbaridad.

Sin embargo, sí sentía a mucha gente «suspirar» por esa serie Licey-Aguilas, y de ahí mi temor a que surgieran cosas extrañas.

El pasado sábado acudí al estadio Quisqueya a ver algo que la gente comentaba, pero que yo lo quería ver para finalmente creerlo.

En un juego que definía el futuro del Licey y que marcaría la diferencia en el sendero de las Estrellas, las Aguilas no jugaron con sus estelares.

Alrededor de 10 mil fanáticos que asistieron al estadio Quisqueya se mostraron extrañados al notar que ningún estelar estaba en acción.

De saberlo, se hubiesen ahorrado ese dinero para ver a Tejada, Polonia, Batista, Castillo, Bernie y Cepicky, entre otros, en la Serie Final.

Es cierto que las Aguilas estaban clasificadas, pero por qué descansar al mismo tiempo a todos sus estelares y no alternarlos.

Se le podía dar días libres a Miguel Tejada y Luis Polonia en un juego, luego a Bernie Castro y Alberto Castillo, y así por el estilo.

Pero al presentarse con un «equipito», las Aguilas, creo yo, irrespetaron el juego y sin darse cuenta perjudicaron a las Estrellas Orientales.

Le hicieron daño a un pueblo que tiene décadas y décadas sin ganar un campeonato.

Las Aguilas debieron tener la intención de ganar y que el Licey ganara por méritos propios o que se «fajara» con las Estrellas en un partido extra.

Cuando en San Pedro se enteraron que las Aguilas no usarían sus estelares, seguro que se pusieron tristes, pero siguieron jugando duro. ¡Y ganaron el juego!.

Al final, se vio en televisión cuando los jugadores se felicitaron en señal de que lucharon con altura y profesionalidad.

El último día de la temporada de Grandes Ligas Sammy Sosa se ausentó y se armó un «lío» muy grande, a pesar de que los Cubs estaban eliminados.

Y es que como dijo Felipe Alou, hay que ser Grandes Ligas hasta para manejar y lo que pasó el viernes nos puso como una simple ¡liguita!.

Hoy nadie puede culpar a nadie de nada. Pero tampoco nadie

puede impedir que cualquier persona piense lo que quiera sobre lo que pasó.

Lo sucedido no se puede aplaudir a ningún equipo. Léase bien, a ningún equipo. ¡Qué barbaridad!.

Impactodeportivo@hotmail.com

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