Hoy me pongo del lado de David Ortiz.

¿A qué me refiero?

Vamos hacer historia:

Los Medias Rojas de Boston llegaron a tener casi 100 años sin ganar una corona.

Lograron juntar a un gran núcleo de jugadores, y ganaron dos títulos de Series Mundiales.

Leyó bien, dos Series Mundiales.

El núcleo fue compuesto de manera relevante por Pedro Martínez, Manny Ramírez y David Ortiz.

Con Manny hubo problemas y se fue a los Dodgers de los Ángeles.

A Pedro, no le dieron el dinero que pedía, y se fue a los Metros.

Ahora, vemos cómo aumentan las posibilidades de que David Ortiz se vaya a los Yanquis.

¿Es justo eso?

Si usted revisa el dinero ganado por David en Boston, de inmediato lo calificará de cheles en comparación con el dinero dado a Daisuke Matsuzaka y JD Drew, sólo para mencionar a dos jugadores.

Si nos vamos al rendimiento, lo hecho por David en Boston es para que le hagan una estatua.

En lugar de exaltarlo, los Medias Rojas llevan tres años mortificándolo y poniéndolo a lucir como que le está pidiendo algo, cuando en realidad, su deseo es terminar su carrera en Boston.

Si fuera David Ortiz, hoy me sintiera muy mal, pero al final, entendería que así es la vida.

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