Es difícil entender cómo alguien que salvó 32 juegos la temporada pasada, hoy sigue sin trabajo.

Me refiero al cerrador Rafael Soriano.

Incluso su promedio de efectividad de 3.19 no fue alto tan malo.

Si buscamos razones hay dos que vienen a la mesa del debate.

La primera es que durante un tramo de la campaña pasada, Soriano perdió el rumbo y no sacaba outs.

Y la segunda, que su salario era muy alto, a tal punto de que en el 2014 ganó 11 millones de dólares. Con esos dos escenarios, su valor en el mercado cayó.

Soriano tiene un elemento en contra que es la edad. Un relevista de 36 años ya está tocando las puertas del retiro.

Visto así, debe “ponerse en precio” y volver al terreno. En su carrera le ha ido bien, tiene ganancias de 61 millones de dólares.

Una vez Tony Fernández tuvo que moverse del siore a la tercera y firmar por sólo 500 mil dólares, hasta que tomó un segundo aire y se repuso. Le convendría ir a Seattle y unirse a Fernando Rodney.

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