Este viernes es la asamblea de la Aguilas Cibaeñas y dicen que hay dos grupos que se disputan el control del club.

Sin embargo, yo lo veo desde otra perspectiva.

¿Qué es lo que ha estado pasando en el equipo de las Aguilas?.

Simple: La envidia ha hecho un partido en las Aguilas para destruir a Juanchy.

¿Pero cuál es el problema real?.

La situación es la siguiente:

Juanchy ha sido el directivo más revolucionario de la historia de las Aguilas Cibaeñas.

Dije revolucionario, que necesariamente no tenga que ser el mejor, para algunos aguiluchos.

Sus iniciativas han hecho más grandes y mejores a las Aguilas.

Visto así, sus ejecutorias han despertado celos y envidia de directivos de ahora y de antes.

Visto así, se orquesta un plan para “minimizarlo”, aún cuando es dueño de una inmensa cantidad de acciones.

En los aspectos más importantes del equipo, Juanchy es la salvación, sin embargo, duele entre algunos sectores cuando mucha gente en las calles lo ve como el “Nuevo jefe de las Aguilas”.

Entonces, en las Aguilas se vive la historia de tenerlo y no tenerlo, de quererlo y no quererlo, y así no se vale.

Lo que debe ocurrir este viernes es una reafirmación de los poderes que Juanchy se merece y que se ha ganado, para junto a la gente que le rodea, seguir haciendo de las Aguilas un equipo más grande y poderoso.

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