Después de leer los comunicados de las Grandes Ligas y el Sindicato de jugadores, todo apunta a que alguien quería la “cabeza” de Alex Rodríguez.

Lo primero es que alguien grande filtró el nombre de Alex.

Segundo, esas pruebas a los 104 jugadores, era algo interno.

Y después de eso, las Grandes Ligas tomaron todas las medidas de lugar en contra de los esteroides.

Sin embargo, alguien quería destruir a Alex y no perdió esta gran oportunidad.

Lo único que tomó un momento que lo delata ante el mundo.

¿Por qué no filtraron ese nombre en el 2006?

Bueno, en esa época jugó para los Estados Unidos en el Clásico Mundial de Béisbol.

Ahora que jugará por RD, entonces, alguien no aguantó eso.

Esa es la realidad.

¿Quién es el gran culpable?

Yo diría que toda la culpa la tiene la cúpula de las Grandes Ligas.

Han manejado este caso  muy mal.

Miren la estrategia: Rafael Palmeiro, fuera del béisbol.

Roger Clemens, fuera, Barry Bonds, fuera, Sammy Sosa, aunque sea por sospecha, también fuera de la pelota.

La estrategia era salir de toda aquella persona culpable o sospechosa del caso para que eso se olvidara con el tiempo.

¿Y ahora?

Alex tiene un contrato de 10 años y esta acusación lo asociará durante todo su carrera.

¿Cómo las Grandes Ligas se van a librar de este nuevo problema?

¿Qué tenían que hacer desde el principio?

Enfrentar el problema antes de que se metiera el Congreso.

Y como dijo George Mitchell reunir las pruebas de los que fallaron, advertirles y ellos de su parte anunciar medidas ejemplarizadoras, no que otro organismo lo impusiera.

Ese es el problema.