El Clásico Mundial murió. Y no murió porque cayó el equipo de RD.

Murió porque no es lo que la gente esperaba.

Vamos a hacer historia: El béisbol fue sacado de los Juegos Olímpicos.

¿Por qué?

Sencillo, a los Juegos Olímpicos va lo mejor de lo mejor.

Entonces, las Grandes Ligas no podían mandar a lo mejor, como ocurre, por ejemplo, con el basket que envía a sus NBA.

Entonces llega la idea del Clásico Mundial.

Se vendió como el “choque de Naciones”.

Es decir, donde cada país probaría su calidad y elevaría su nacionalidad con sus mejores peloteros.

¿Qué tenemos ahora?

Un evento “bombardeado” por los propios equipos de Grandes Ligas.

Un evento irrespetado por los propios jugadores de las Naciones.

Un evento “bombardeado” por los seguros médicos, que no cubre a los peloteros.

Un evento fuera de fecha, que no permite a los jugadores estar en plenitud de forma.

En pocas palabras un disparate.

Para mí, ya ese evento no tiene valor.

¿Saben por qué?

Porque si no podemos jugar con nuestros mejores peloteros, y que estén en forma, entonces no tiene sentido jugar.

Yo no puedo seguir un evento donde a mis jugadores se les presione para que no jueguen.

Un evento donde los managers de Grandes Ligas estén “chantajeando” a los peloteros.

Si los equipos aprobaron ese evento, entonces deben  aceptarlo como tal y respetar a los jugadores y los países.

Por todo lo antes señalado, el Clásico Mundial, en lugar de un evento que nos da orgullo, es un vergüenza para el mundo.

Y lo es, porque cuando se habla de Juegos Olímpicos, se da el todo por su país.

Cuando se habla de un Mundial de Fútbol, también pasa lo mismo.

Pero en el Clásico Mundial no se puede y eso es una barbaridad.

Impacto Deportivo tiene 13 años en la TV

Ayer medio festejamos los 13 años de Impacto Deportivo en la TV.

Digo medio, porque tenemos en agenda un acto especial de los 15 años del concepto Impacto Deportivo, que comenzó  en la radio.

Eso se hará conjuntamente con el lanzamiento de los nuevos 10 Comentaristas Deportivos.

En radio comenzamos con Carlos Almánzar y en TV con Marlon Lembert.

Ese acto viene pronto y con bulla.