Siempre he dicho que la caída de uno de los equipos grandes es de preocupar.

Lo he dicho cuando falla el Licey, las Águilas, y ahora pienso lo mismo con el Escogido.

Estos tres equipos tienen el 90% de la simpatías del país, según lo reveló la encuesta Hoy-Gallup.

¿Qué ha pasado?

Lo primero es que el Escogido ha perdido 8 juegos corridos. Y, en honor a la verdad, la suerte no ha estado de su lado.

La gerencia ha contratado a muchos peloteros, el que no sirve lo botan, traen más gente, y nada.

Julio Borbón, que debía ser un pieza clave, ha fracasado.

Starlin Marte arrancó duro, pero se lastimó.

El equipo no batea, y entonces habría que examinar el trabajo de instructor de bateo del club.

Los cambios de mánagers también suelen ser traumáticos, porque ponen al nuevo capataz a comenzar en cero.

¿Y qué pasará?

Lo primero: olvidar que han perdido 8 juegos corridos, y pensar que la diferencia del cuarto lugar es 2. Y lo más relevante, acelerar la entrada del material nativo que piensa jugar esta temporada.

En lo personal, me apena este mal momento del Escogido, y apuesto a que se puedan levantar.

¿Cómo lo harán?

Que lleguen los Miguel Olivo, Francisco Liriano, Fernando Rodney, que aviven a Fernando Martínez y que pongan, aunque falle mil turnos, a jugar todos los días a Julio Borbón, cuyo precio fue muy alto.