El pelotero de Grandes Ligas Miguel Tejada vive hoy días difíciles.

Nadie puede celebrar su desgracia, pero tampoco celebrarle sus “metidas de patas”.

Esta última posibilidad de que Tejada, siendo jugador de las Aguilas, tenía dinero en los Gigantes del Cibao, ha alarmado a la industria del béisbol.

Tanto así, que Juánchy Sánchez, vicepresidente de las Aguilas, advirtió que de ser cierto debe ser castigado drasticamente.

Desde de la Liga de Béisbol existe la misma posición sobre el caso.

Tejada debe venir al país y explicar bien ese caso.

No debe permitir que todo el prestigio que logró aquí se derrumbe de la noche a la mañana.

Tejada había manifestado que su próxima meta era ser manager.

 Y yo pregunto, ¿Manager con ese historial tan complejo?.

Espero que en  caso de que Tejada no hable del caso, la Liga de Béisbol lo confirme o lo niegue.

Ese caso no se le puede pasar por alto a nadie, ni a ningún equipo.

Si eso es cierto, entonces Tejada habría destrozado la integridad del béisbol invernal.

A los asesores de Tejada que le aconsejen que hable ahora. ¿Por qué?.

Porque sube la indignación entre los fanáticos, incluyendo  los  que lo siguen en Santiago.

Hay que darle la jerarquía que merece esta grave denuncia.

Ningún pelotero puede jugar en un equipo y tener dinero en otra organización en la misma liga.

Todavía me resisto a creer eso, y espero que Tejada hable.

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