En los últimos meses, el béisbol de la República Dominicana ha recibido duras críticas desde Estados Unidos.

Eso contrasta con el alto honor que nos conferían en el sentido de que siendo un país pequeño producimos una proporción increíble de peloteros de calidad.

Jugadores que figuran entre los mejores en las Grandes Ligas, los que ganan todos los premios y los que ganan más dinero.

Ante tanto glamour, cualquiera pudiera pensar que esos ataques que se producen ahora son el producto de la envidia.

Sin embargo, yo le pregunto a la gente: ¿Es sólo envidia?

Vamos a realizar un análisis apartado del patriotismo, de las simpatías y el amor por nuestros peloteros.

1- Nuestros jugadores están metidos en los líos de esteroides.

2- Hay reportes de que jugadores de RD se han inyectado medicamentos de caballos.

3- Cada día aparecen jugadores que se han quitado la edad, siendo el último caso Vladimir Guerrero.

4- Tenemos muchos casos de engaño a los prospectos a la hora de cobrar los famosos bonos que dan los equipos.

5- Los peloteros de RD cada vez más se meten en líos en Estados Unidos y miren el caso de Ambiorix Burgos, quien está preso en Nueva York.

Y podemos seguir poniendo más ejemplos.

¿Qué significa eso?

Bueno, que la cultura del fraude ha atrapado a muchos de nuestros jugadores y eso daña la imagen de nuestro béisbol.

Eso nadie lo puede negar. Sería muy fácil para mí decir que se atenta contra RD, y así me gano los elogios de muchos fanáticos.

Pero yo pregunto: ¿Es mentira lo antes mencionado?.

No. Todo es verdad.

Entonces, cuando usted está en faltas, debe aceptar los «jalones de moños».

En tal sentido, aquí lo que procede es que las fuerzas vivas del béisbol, léase la Liga Dominicana de Béisbol, el Comisionado de este deporte, los scouts criollos y todo el que de una u otra manera se relacione con el mismo,  se unan con seriedad y cambien el rumbo de nuestro béisbol, ya que de esa forma evitaremos que nos desacrediten en el plano internacional.

Esa es la verdad.