Impacto Deportivo
Juan Marichal no debe dar espalda a su clase

<p><strong>Impacto Deportivo<br/></strong>Juan Marichal no debe dar espalda a su clase</p>

POR FRANKLIN MIRABAL
Antes del anuncio de los nuevos inmortales a Cooperstown, don Juan Marichal cuestionó a Mark McGwire y dijo que no votaría por él. Pienso que fue un pensamiento que debió ahorrarse, y como antiguo o actual miembro del comité de veteranos, ser un poco más discreto.

No apoyo que ningún pelotero acuse o le haga daño a ningún jugador por aquello de que las clases no se suicidan.

Miren como José Canseco fue un “villano” porque admitió que usó esteroides y ensució a todo el mundo, hasta a lo que estaban limpios.

Cuando Marichal dijo que no votaría por McGwire, lo hacía amparado en la sospecha de que probablemente usó esteroides.

De paso, “metió en ese saco” a su compatriota Sammy Sosa, quien es del grupo de jonroneros afectados en esta era del béisbol.

Y uno se pregunta: ¿Cuál será la posición de Marichal cuando llegue el turno de ponderar a Barry Bonds para el Salón de la Fama?.

El mismo jugador que él invitó a su torneo de golf, que es amigo de sus hijas, y que él fue “enllave” de toda la familia de los Bonds.

No me gustó que Marichal, quien una vez necesitó de la solidaridad de gente de béisbol para llegar a Cooperstown, hoy sea de los primeros en influir para hundir a jugadores que no han sido acusados formalmente, ni mucho menos sancionados por las Grandes Ligas.

No descarto la envidia en estos casos

A raíz de la gran popularidad de los jugadores de esta generación, eso ha provocado muchos “celos” entre las estrellas de antes.

Miren este ejemplo: Hank Aaron ha dicho que no le interesa estar presente cuando Barry Bonds establezca un nuevo récord de jonrones.

¿El motivo?. Aaron nunca pegó 50 jonrones en una campaña, mientras que Bonds llegó a disparar más de 70 en una sola temporada. Pero lo mismo pasa con todo el dinero que ganan las estrellas de ahora, mientras en los 50 y 60 se ganaban 70 y 80 mil dólares.

Creo que debe reconocerse la calidad de la mayoría de las estrellas de este tiempo, y que se suspendan a los que falten a la ética.

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