El fin de semana nos trajo notas de gran interés sobre Manny Ramírez.

Y no fue hablando de los palos que está dando con los Dodgers.

No. Fue con relación a su futuro.

No sé si la gente sabe que al pasar a los Dodgers, Ramírez dejó que se eliminaran las cláusulas de 20 millones de dólares para el 2009 y 2010.

Eso indica que renunció a 40 millones y será agente libre.

 Bueno, el caso es que NBC Sports publicó que era casi imposible que los Dodgers le dieran el dinero a que aspira, sin importar los palos que de.

Eso fue el viernes. El sábado, un amigo de Ramírez le dijo a NY Post que él quería firmar con los Yanquis como una forma de vengarse de Boston.

Sin embargo, hay cosas que no se entienden.

Ramírez dijo que está feliz en Los Angeles y que le gustaría terminar su carrera allí.

Pero surgen otras preguntas. Primero: Quién  negociaría el futuro contrato de Manny con los Yanquis?.

 No olviden que a Scott Boras no lo quieren ver ni en pintura en NY.

Recuerden el lío que se armó con la renegociación del contrato de Alex Rodríguez.

 El propio jugador tuvo que negociar con los Yanquis, dejando a un lado al famoso agente.

Como pueden notar, el panorama no luce claro para Manny.

Aquí no basta con ser un gran bateador, sino también un buen negociador.

Hay que ser guapo para renunciar a 40 millones.

Con 36 años y ante el peligro de cualquier lesión que te saque de juego, o al menos, le baje el valor en el mercado.

Me parece, que al final, Manny deberá darle una gran rebaja a los Dodgers y quedarse ahí.

Porque si busca tranqulidad, lo menos recomendable es volver al “tira y jala” de  Boston y Yanquis.

Si desea jugar hasta los 40 años, su contrato ideal sería de 60 millones de dólares. Es decir, 15 millones por campaña.