Tener talento no es la única garantía para llegar a ser una estrella en las Grandes Ligas.
¿La razón?.
Como tú, hay cientos de peloteros con talento, y sólo los que trabajan más, son los que brillan.
En el 2007, los Mets de Nueva York ostentaban tener a dos de los mejores prospectos del juego.
Carlos Gómez y Fernando Martínez.
El primero que defraudó fue Gómez, quien un año después fue enviado a Minnesota. Gómez tiene 26 años de edad, y su mayor problema es que se sobreestima, se descuida y colapsa.
En poco tiempo ha estado con los Mets, Minnesota y actualmente los Cerveceros. En el caso de Fernando Martínez, los Mets esperaron un poco más, principalmente porque lucía un pelotero más acoplado, aunque tampoco pudo explotar.
Tiene 23 años, es de Río San Juan y firmó por un bono de más de un millón de dólares.
Dicen que es acomodado, y eso en gran medida ha mermado su hombre de jugar y brillar.
En tres años con los Mets, su promedio de por vida fue de .183. Vivía lastimado, o simplemente no bateaba.
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