FRANKLIN MIRABAL
Tal y como se esperaba, el presidente de la Liga de Béisbol, Leonardo Matos Berrido, defendió ayer la pureza del béisbol nacional. Y para no dejar las cosas en el aire, acaba de anunciar la creación de un Comité de Seguimiento que vigilará a todo el mundo.

Algo así se presenta en Grandes Ligas. Eso incluye mayor restricción a la gente que entre al play y que se liga a los jugadores.

Como también un seguimiento a lo que hacen los jugadores dentro y fuera del terreno de juego.

Como quien nada teme, nada oculta, entonces, nadie debe oponerse ni molestarse porque de ahora adelante se adopten esos controles.

Pasamos en «vivo» por «Impacto Deportivo» en radio de Rumba FM, cuando Matos dijo que nada en la sociedad se escapa de los problemas.

Pero que la Liga ni los equipos tienen ninguna prueba de que algún jugador haya apostado, y que si eso ocurre le aplicarán «manos duras».

Matos Berrido defendió la pelota del país y dijo que siendo uno de los principales pasatiempos de los dominicanos hay que cuidarla.

Me gustó la postura dura, clara y contundente en que Matos Berrido enfrentó ese rumor, ese rumor malsano para hacer daño al béisbol.

Algo más sobre la gente en el play

Es increíble la cantidad de amigos y allegados de peloteros que se acercan a los dogouts, los parqueos y hasta entran al terreno.

Eso no se ve en Grandes Ligas. Hasta los periodistas somos limitados a ciertas areas, como forma de distanciarnos del pelotero.

Hay gente de apariencia rara, de conducta cuestionable que se acerca a los dogouts y a los jugadores que pone a la gente «medio chiva».

Eso hay que acabarlo. El pelotero va al play a jugar, y cualquier asunto familiar, personal o de negocio, debe hacerlo en otro lugar.

Llegan árbitros «gringos» pero que siga «mano dura»

Desde hoy llegan árbitros americanos, pero la Liga de Béisbol debe seguir con «mano dura» contra los jugadores, coaches y dirigentes.

Cero intolerancias, jugador que se pase de la raya, que lo expulsen, y quien haga algo grande que sea sancionado drasticamente.

Recuerden que los «gringos» son para el home play, pero en las bases están los nativos, y hay jugadores que se los quieren comer.