Con gran sorpresa el país leyó en el diario HOY dos historias de Pedro Martínez.

En la primera, decía que tuvo varias ofertas para regresar al béisbol, pero que prefirió descansar con su familia.

En la segunda, rompió todos los parámetros del malagradecido, al decir que los Mets lo ignoraron en el 2009.

Cuando Pedro Martínez se fue de Boston, la razón fue que el equipo no quería darle un contrato de más de dos años.

¿La razón?

Su brazo ya daba señales de decadencia, y los negocios, son negocios.

Sólo Omar Minaya y los Mets se atrevieron a darle un pacto de cuatro años y más de 50 millones de dólares.

¿Resultados?

En el 2006, Pedro sólo ganó 9 juegos, con un salario de 14 millones de dólares.

En el 2007, decayó a sólo 3 triunfos, con un suelto de 14 millones.

Leálo de nuevo: 3 triunfos en el año.

En el 2006, cada triunfo de Pedro le costó a los Mets 1.5 millones de dólares.

En el 2007, cada juego ganado le costó 4.5 millones de dólares.

Usted dirá que tuvo muchas lesiones, pero caramba, nunca pudo brillar con los Mets.

 En el argot del pueblo, los Mets casi le regalaron  ese dinero.

Visto así, Pedro debe sentirse altamente agradecido de que pudo ganarse ese dinero.

 Entonces, es injusto que hoy se sienta mal dizque porque no lo volvieron a firmar.

Al contrario, se dice, se especula, que los Mets le ofrecieron un dinero, no era mucho, para que volviera, y  dijo que no.

En tal sentido, su rencor no tiene sentido y habla mal de su persona.