Desagrada la postura pírrica que adoptan algunos de nuestros peloteros al final de sus carreras.
Jugadores que han ganado cientos de millones de dólares, y que en muchos casos, tienen números para el Salón de la Fama.
Caso 1:
Manny Ramírez, quien ganó más de 200 millones de dólares, y que tiene números de Salón de la Fama, actualmente ruega por una firma. Nadie le hace caso, porque en sus mejores tiempos, se burló de su profesión y del béisbol.
Hoy se expone a la burla pública, y a la risa de las personas que en algún momento ofendió.
Eso se llama terminar mal una carrera.
Caso 2:
Vlamidir Guerrero, quien ha sido uno de los mejores peloteros de RD en Grandes Ligas, también está pidiendo un empleo.
Se reporta que su agente tuvo que llamar a los Yanquis a ofrecer sus servicios, ya que nadie lo ha llamado hasta hoy.
Guerrero no tiene necesidad de eso, y si no tiene trabajo, es porque sus herramientas como jugador están muy limitadas.
Para colmo, lleva un tiempo sin jugar, y desestimó la oportunidad de jugar con el Licey para mostrarse.
¡Es una pena!.
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