FRANKLIN MIRABAL
f.mirabal@hoy.com.do
El jugador dominicano Sammy Sosa ha sido colocado contra la pared. Se entendía que después de pegar más de 20 jonrones y llegar a casi 100 carreras remolcadas, ya no tendría problemas en la campaña del 2008.

Pero no. Texas, por ejemplo, comenzó desde el año pasado, a limitar su tiempo de juego.

Y algo más grave, Texas y otros equipos, no quieren pagarle lo que aspira.

En ese escenario, surge la siguiente pregunta: ¿Qué  hará Sammy Sosa?.

Sería fácil decir que se retire.

Alegar que ya hizo todo lo que tenía que hacer, que no debe pasar verguenza, en fin, de todo.

Ahora bien, qué pasa cuando alguien se siente todavía en condiciones de producir.

¿Eso no cuenta?.

No entiendo cuál es el criterio de los equipos de Grandes Ligas.

Ahí mismo, en Texas, se le dará una segunda oportunidad a gente de conducta cuestionable.

Es más, no tienen un bateador que lograra más empujadas que Sosa la temporada pasada.

Al examinar estos casos, uno puede llegar a la conclusión de que los equipos no están en Sosa.

Sí, así de simple. No están en Sosa.

De lo contrario, tendrían que firmarlo, aunque sea para batear contra los lanzadores zurdos.

¿Por qué no estarían en Sosa?.

Creo que hay una tendencia a sacar del escenario a todo pelotero que haya tenido problemas con los esteroides, y hasta aquellos que pudieran estar bajo sospecha.

A Sosa, por ejemplo, nadie lo ha citado, pero la percepción lo acusa.

Personalmente estoy indignado porque se quiera actuar en contra de Sosa por sospechas.

Esperaba que se ignorara a Sosa cuando ya no puediera batear.

 Sammy Sosa tendrá la última palabra.

El palo de la ACD

Debemos felicitar a la ACD, que preside con brillantez Ramón Cuello.

El palo mayor: Traer a Al Horford.

Fue un tablazo lograr el permiso para que ese muchacho, en plena campaña de la NBA, pudiera venir al país.

Pudimos entrevistar a Horford en vivo para Impacto Deportivo en radio y lo sentimos muy feliz.