FRANKLIN MIRABAL
Una de las cosas que más se admira del Cibaeño, es decir, de los fanáticos y jugadores de las Aguilas, es su orgullo, tradición, entrega, amor y respeto a su equipo.

Es por eso que a lo largo de varias décadas, el país ha admirado a jugadores como Chilote Llenas, Tony Peña, Miguel Diloné y Luis Polonia, entre otros.

Jugadores que nunca pusieron lo económico por encima de su amor por ese gran equipo del Cibao.

Pero algo más relevante.

 Esa gente nunca se atrevió, ni se atrevería a desafiar ni a insultar a su fanaticada.

Y eso hizo Tony Batista el viernes en una entrevista con Santana Martínez que se escuchó en Impacto Deportivo en radio.

Mandó a la m… a sus propios fanáticos. Les tiró dos “sanantonios”, dijo que lo que gana es lo que merece, que juega donde él quiera, y no donde el dirigente Félix Fermín piense que pueda ser más útil para el equipo.

A Batista ya no lo veo como Aguilucho de verdad. Y eso, que yo no soy Aguilucho.

 Las locuras de Salomón Torres

Resulta que Salomón Torres fue cambiado de los Piratas de Pittsburgh a los Cerveceros de Milwaukee.

De buenas a primeras, dice que no está seguro si acate ese cambio, o se retira de la pelota.

Ese mismo Torres, hace unos años se retiró sorpresivamente del béisbol.

Es cierto que cuando a un jugador lo cambian de equipo, eso le trastorna la vida por completo.

Los niños en la escuela, tiene que vender casa, tus amistades, en fin, es un lío total.

Sin embargo, el hecho que de que te puedan cambiar, es algo que está dentro del paquete de ser pelotero.

Miren el caso de José Guillén: Ha jugada con ocho equipos.

Yo creo que es una locura usar esos argumentos para posiblemente negarse a jugar con Milwaukee.

Alguien debe asesorarlo mejor.

Pedro y el licey

Gozamos un mundo  al mediodía del jueves en Impacto Deportivo en radio con la nueva excusa de Pedro Martínez para no lanzar.

Para mucha gente es una perdida de tiempo pensar que Martínez lanzará con los Tigres, pero el tema ha tomado relevancia luego de que Omar Minaya dijera que él no ha pedido permiso.

Y eso extraña porque Pedro tiene un par de años diciendo que quiere tirar un último juego en los parques de RD.

Minaya dice que no ha pedido permiso.

Pero el propio Pedro, ante una pregunta de un seguidor contestó: Ya quisiera yo.

Al escuchar eso, uno se pregunta: ¿Qué significa ya quisiera yo?.

Se lo prohíben los Metros, o su brazo no lo deja.

El viernes, en un acto especial del Licey, Pedro dijo que ahora el problema no es Minaya ni él mismo.

Que ahora es su entrenador y quien no está de acuerdo con que lance pelota invernal. Eso yo lo interpreto como un cuento más de Pedro.