Es cierto que lo ideal es ganar, pero nadie puede negar que el equipo nacional de basket se fajó y llegó lejos.
Estuvimos a ley de un triunfo para llegar a los Juegos Olímpicos.
Y algo más grande, nos ganó Brasil, una potencia mundial.
Un juego lo perdimos por un punto, perdimos a nuestro armador Edgar Sosa, y como quiera seguimos adelante.
Felicito a John Calipari, quien se entregó en cuerpo y alma.
Felicito a Eduardo Najri, quien soltó su empresa y se fue a colaborar con el equipo nacional de basket.
Felicito a los tres NBA, Al Horford, Francisco García y Charlie Villanueva, que aún teniendo su vida resuelta, se integraron y jugaron por su país.
No me siento derrotado.
Siento que avanzamos en términos de organización, de unión de nuestros jugadores, y lo que sigue es seguir con ese mismo patrón de juego.
Quién ataque al equipo de RD, sencillamente es un enemigo del país, y de nuestro basket.
Los dominicanos pusimos los ojos en ese equipo y gozamos.
Me siento orgulloso de ese equipo, y repito, nos quedamos a un juego de llegar a los Juegos Olímpicos del 2012.
Felicitemos a esos muchachos porque se fajaron de verdad.
Perdimos, pero con la frente en alto.