Antes de llegar el feriado de Nochebuena escribí una columna memorable en defensa del Presidente de la Liga de Béisbol, Leonardo Matos Berrido, la cual puso a mucha gente a reflexionar sobre sus aportes. Antes de emitir un último párrafo o comentario, expongo una emotiva carta que me envió Matos Berrido.

“Agradezco sobremanera tu solidaridad en momentos en que, como dices en tu columna Impacto Deportivo «Francotiradores gratuitos» «se han dado vida» con quien suscribe.

En la Liga de Béisbol no he hecho todo cuanto he querido, pero sí todo cuanto he podido.

Lo principal, establecer una cultura de respeto a las reglas -estatutos y reglamentos- sobre la cual se ha labrado un fortalecimiento institucional que pocas entidades nacionales pueden exhibir.

Trabajo en silencio, sin buscar protagonismos y asumiendo humildemente la responsabilidad de mis acciones y la de todo cuanto ocurre en la institución que me ha tocado presidir por un tiempo que se acerca ya a los 20 años.

Me siento sumamente satisfecho de lo obtenido, con la colaboración efectividad y el apoyo permanente de los Miembros de la Liga y de sectores estrechamente vinculados a su desenvolvimiento: Peloteros, cronistas deportivos, patrocinadores, etc, con quienes he tratado de mantener en todo momento -y en gran medida logrado- buenas  y respetuosas relaciones, sin pretender jamás aplausos para una gestión marcada por mis humanas limitaciones, en una época y en una sociedad en las cuales los reconocimientos públicos no siempre vienen por méritos, sino en ocasiones motivados por otros menos nobles estímulos.

Aprecio en su justo valor el apoyo de quien como tu no actúa por encargos ni se presta a campañas malsanas, actitudes incompatibles con quienes adolecen de la generosidad y la grandeza que mueven tu conducta.