Imparten docencia en una vieja enramada

Imparten docencia en una vieja enramada

PUEBLO VIEJO, Azua.- Los estudiantes del liceo Cacique Enriquillo, de esta localidad, demandaron del Gobierno la constricción de un nuevo plantel, ya que actualmente reciben docencia en condiciones deplorables.

Según los escolares, la docencia es impartida debajo de enramadas sin condiciones mínimas para ese tipo de actividad, y sin ningún tipo de higiene, tanto en la aulas como en la letrina donde hacen sus necesidades fisiológicas.

La directora de la escuela, Ana Esela de la Rosa, dijo que la principal necesidad en este momento es la construcción de la planta física, porque los más estudiantes no pueden asimilar bien la enseñanza en esas condiciones.

Indicó que el plantel tiene más de 585 estudiantes, pertenecientes a las comunidades de Las Terrenas, Guayacanal y Pueblo Viejo.

En su gran mayoría están distribuidos en aulas que tienen entre 70 y 85 alumnos, contrario a lo que establece la Ley de Ecuación, que establece 25 a 30 por aula.

«Donde hay 80 o más estudiantes, no es factible la asimilación del contenido del trabajo. Estamos viviendo un hacinamiento total por la falta de espacio, y por eso estamos demandando la constricción de la planta física, porque el personal docente lo tomemos», expresó.

El liceo Cacique Enriquillo está localizado en uno de los pueblos más viejos del país, ya que en octubre próximo cumplirá sus 500 años de fundado.

De la Rosa expresó que se han quejado en varias ocasiones frente a las autoridades de la Secretaría de Educación, y que sólo les hacen promesas, las cuales esperan que un día se cumplan para ver si trabajan con mayor facilidad.

Parte del liceo funciona en una vieja edificación donde funcionó el ayuntamiento de esta localidad, con cuatro cubículos repletos de estudiantes, en medio de un hacinamiento total por la falta de espacio.

El resto de los estudiantes están en las enramadas del patio, en muy malas condiciones que no permiten la concentración de los alumnos que van desde el séptimo al cuarto del bachillerato.

«Que se conduelan de nosotros», manifestó Meliza Ramírez, una joven estudiante del liceo.

«El mal olor de las palmas y los cartones de las enramadas, los chivos, perros y otros animales que penetran al patio y el polvo que levantan al cruzar hacia las letrinas, son el diario vivir en este plantel», apuntó.

Indicó que lo que se respira en este plantel es incertidumbre, y que por el momento no hay esperanza de que la situación cambie.

«El problema radica en la falta de autoridad que hay en esta provincia, ya que las que hay actualmente no son capaces de solicitar la construcción de una buena planta física, expresó Julio Matos.

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