En El Nacional de ayer leemos la  reseña de un acto   que tuvo lugar en Santiago el viernes: “El Ayuntamiento de aquí honró la memoria del guerrillero Juan Ramón Payero Ulloa, al construir un parque en el barrio que lo vio nacer, obra que fue inaugurada anoche con la presencia de familiares suyos y de autoridades del cabildo.

Payero Ulloa, quien era nativo del ensanche Bermúdez, donde nació en 1951, fue uno de los nueve guerrilleros que desembarcaron por Playa Caracoles, Azua, junto al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, el 2 de febrero de 1973”.

La nota agrega que la inauguración fue encabezada por el síndico José Enrique Sued, quien “…resaltó las cualidades morales y revolucionarias de Payero Ulloa”.

Figuraron parientes de Payero Ulloa;  Rafael Cruz, presidente del ayuntamiento; Benny Sued, directora de Plazas y Parques, y el licenciado Rafael Núñez.

El sacerdote Gregorio Okarma impartió la bendición de las instalaciones, construidas a un costo de $3.6  millones   y con capacidad para 480 personas.

El homenaje a este guerrillero, que obviamente nadie objetaría hoy, nos remonta a febrero-marzo de 1973 cuando desembarcó junto al coronel Caamaño.

El  síndico José Enrique Sued debió ser en esa época por lo menos miembro del Partido Reformista,  y por lo tanto,  seguidor del presidente Joaquín Balaguer. La prensa de la época no recoge declaración alguna de Sued, pero sí de Balaguer, respecto a  la guerrilla.

Complace que hoy Sued, líder indiscutible de Santiago, rinda homenaje a  Juan Ramón Payero Ulloa. ¿Qué ha cambiado, los tiempos o las personas?