Viena (EFE).- Las autoridades iraníes han impedido a un equipo de inspectores del OIEA instalar cámaras de control en una planta donde Teherán planea instalar unas tres mil centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio.

Así lo informaron a Efe ayer en Viena fuentes diplomáticas, tras precisar que hasta la noche de ayer los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que trabajan sobre el terreno no habían logrado su objetivo de instalar las cámaras en un edificio de la planta nuclear de Natanz, en el centro del país.

“Se trata de una gran sala subterránea que actualmente está vacía, y donde los iraníes planean instalar las centrifugadoras en cascadas (una cascada es una red de 164 centrifugadoras), según ellos mismos han anunciado ya hace tiempo”, explicó una fuente que pidió el anonimato.

A mediados de enero, el jefe de la delegación iraní en las negociaciones nucleares, Ali Lariyani, aseguró a un diario persa que su país iba a poner en funcionamiento 3.000 nuevas centrifugadoras nucleares para enriquecer uranio en Natanz.  El pasado 23 de diciembre, la ONU emitió la resolución 1737, que exigía a Teherán que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio en un plazo de 60 días.

Los inspectores del OIEA, que constantemente “van y vienen” de Viena a Irán en su trabajo de control de las instalaciones atómicas del país persa “no han podido instalar las cámaras en los lugares donde ellos querían hacerlo”, precisó la fuente. El objetivo principal de las frecuentes visitas de estos inspectores es verificar que las actividades nucleares iraníes son exclusivamente de naturaleza civil, como lo afirma Teherán, y no persiguen fines militares.