Es muy frecuente que cuando alguien pierde una pieza dental espere un tiempo antes de colocarse un implante, por comodidad o motivos económicos, pero el tiempo que transcurre desde la pérdida hasta que el paciente se decide es crucial para el éxito del tratamiento, señala Carolina Benalal, cirujano dentista especializada en implantología.

Los implantes se han considerado tradicionalmente un “lujo” al que pocos tenían acceso, pero ahora son asequibles a todos gracias a la especialización de las clínicas, que reduce el costo de estos tratamientos hasta en un 40% sin renunciar a las últimas tecnologías.

Uno de los avances más innovadores es la técnica láser, que se usa en paciente con poco hueso para recibir el implante, y necesitan regenerarlo.

Es un método rápido, eficaz y con unos niveles de cicatrización muy elevados, y que además reduce el sangrado y las complicaciones postoperatorias.

Los implantes son objetos metálicos que se colocan mediante una cirugía en el hueso maxilar, para luego colocar en ellos prótesis, coronas o puentes para reemplazar piezas dentales perdidas.

Como las piezas colocadas en el implante son inamovibles, son más funcionales para el paciente y se sienten más natural que las prótesis convencionales.