POR ARTURO MARTÍNEZ M.
En 2006, en medio de un Acuerdo Stand-by con el Fondo Monetario Internacional con topes al endeudamiento externo y al gasto del gobierno central y de las instituciones descentralizadas, alguién (se dice que el ingeniero Félix Bautista) le llevó la solución al Presidente Fernández, quién estaba preocupado por liquidéz para lograr mayoría en el Congreso Nacional (para aprobar impuestos y para modificar a su medida la Constitución de la República), para aplastar a Danilo Medina (a quién de boca prometió apoyo) y para comprar dirigentes y partidos pequeños (para imponerse en las elecciones del 2008).
La solución del Ing. Bautista, que podía firmar pagarés para colocarlos en el mercado internacional de dinero, con la seguridad de que se venderían rápidamente, se ofertarían con descuentos sobre su importe nominal.
La recomendación del ingeniero Bautista, mientras mayor el descuento superior la velocidad de colocación; al inversionista lo que le interesaba era la rentabilidad de los pagarés, que se establecía por la diferencia entre su valor nominal y el precio de compra.
También pudo haber sido una recomendación del ingeniero Félix Bautista, de esa manera aumentaba la rentabilidad de los pagarés, que fueran fiscalmente opacos, que los tenedores estuvieran exentos del pago de cualquier impuesto (sobre la renta, ITBIS, selectivo, etc.).
Lo que el Presidente Fernández escuchó fue música para sus oídos, no necesitó de más recomendaciones, otorgó poder a Félix Bautista para que en nombre de la República firmara los 19 pagarés; ambos cometieron un pequeño error, no se molestaron en solicitar y obtener la aprobación congresional como lo establece la Constitución y las leyes, por eso es ilegal el endeudamiento por US$130 millones, y ahora el campo está lleno de espinas para ambos desde el punto de vista legal. Pero es un problema que deberán enfrentar el Presidente Fernández y Félix Bautista, porque aun siendo ilegal, con los impuestos que pagamos los dominicanos tenemos que pagarlos (y lo estamos haciendo), los pagarés son títulos de deuda pública a corto plazo que fueron emitidos por el gobierno dominicano a descuentos y con eso no se juega.
Los clientes del HSBC, la entidad bancaria que intermedió por los menos nueve de ellos (US$61 millones), invirtieron de buena fe, no tienen culpa de que el Presidente Fernández y Félix Bautista hayan saltado la Constitución y las leyes para burlar al pueblo dominicano y al FMI.
Por ser ilegal y clandestina la colocación de los pagarés el costo del financiamiento está por encima del costo del financiamiento bancario; además de colocarse con un descuento por encima (compárese con colocaciones privadas para confirmarlo) del que prevalecía en el mercado, los tenedores disfrutan de exención fiscal.
En efecto, son títulos fiscalmente opacos, sin autorización del Congreso Nacional, el único que constitucionalmente podía hacerlo, el Presidente Fernández y Félix Bautista los exoneraron del pago de todo tipo de impuestos.
Frente a la sociedad dominicana quedó desnudo el engaño que pretendió el Presidente Fernández, el PLD y el gobierno, de eso no hay duda, lucen atrapados sin salida, los gallitos del gobierno están escondidos porque no encuentran mentiras para explicar lo que para el pueblo luce inexplicable. La gente se pregunta: demostrada la violación qué sucederá? Depende de lo que quiera el pueblo; si se deja todo así, sin sanción a los responsables, el país queda expuesto a devaluaciones del peso y a inflación en el futuro, al aumento de los índices de empobrecimiento y marginalización, por permitirse endeudamientos ilegales e irresponsables para manejar liquidéz sin el debido control de las instituciones establecidas por la Constitución y las leyes. En cambio, si queremos evitar los costos sociales es necesario que el Presidente Fernández y . Félix Bautista tengan la oportunidad de explicar su comportamiento en los tribunales y paguen por el error que cometieron si los jueces entienden que son culpables.
No se acepta que por miedo nadie se quede callado, es el momento de decir las cosas como son.
El asunto tiene otras derivaciones con implicaciones con graves. Los ingresos generados por los 19 pagarés (al menos los US$61 millones del HSBC) debieron ser contabilizados como recursos externos en las operaciones fiscales del gobierno central de 2006 y 2007, y no se hizo porque el Secretario de Hacienda dijo que no se recibieron.
Será responsable de permitir el manejo de una contabilidad paralela a la oficial si no hace las averiguaciones de lugar y recomienda las sanciones. Las divisas debieron pasar por el Banco Central, la entidad que prepara la balanza de pagos del país anualmente, como Otros Pasivos las autoridades monetarias debieron contabilizar los recursos al momento de recibirse (en el 2006 y 2007), porque fueron préstamos del gobierno central.
Las autoridades monetarias no deben hacerse de la vista gorda, no es buena la imágen de que ni para allá voy a mirar; oficialmente deben hacer las averiguaciones de lugar, deben investigar dónde están los US$130 millones (o menos con el descuento), cuánto se descontó, cuál fue la tasa efectiva de colocación, qué tipo de inversionista tiene los pagarés firmados por Félix Bautista.
Es obligación de las autoridades monetarias reunir todas las informaciones para darla a conocer al pueblo dominicano; además de una obligación legal y moral, debe hacerlo porque es necesario programar el pago de los pagarés a su vencimiento, deben aparecer en la programación monetaria y de divisas de 2007 y 2008.
Además, deben corregir las cuentas fiscales publicadas y no publicadas, también las monetarias y de balanza de pagos, las correspondientes al 2006 y 2007.
Los números no son los mismos, el pueblo dominicano y el Fondo Monetario Internacional deben saberlo.