El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a 37 cargos por delitos graves relacionados con el manejo inadecuado de documentos clasificados, según la acusación revelada el viernes por el Departamento de Justicia. Esta es la primera confirmación oficial de un caso penal contra Trump derivado de la retención de documentos en su residencia privada en Mar-a-Lago, Florida.
Junto a Trump, también ha sido acusado Walt Nauta, un asistente del ex mandatario que fue captado por una cámara de vigilancia retirando cajas de Mar-a-Lago. La denuncia sostiene que Trump retiró indebidamente decenas de cajas de la Casa Blanca para llevarlas a Mar-a-Lago, muchas de las cuales contenían información clasificada.
La presentación de los cargos se espera antes de una comparecencia histórica ante el tribunal la próxima semana, en medio de la campaña presidencial de 2024, que ya se encuentra marcada por enjuiciamientos penales en varios estados. Si Trump es condenado, los cargos podrían llevarlo a prisión.
Este caso tiene enormes implicaciones políticas y podría alterar la elección primaria presidencial republicana, en la cual Trump estaba en una posición dominante. Además, pone a prueba nuevamente la disposición de los votantes republicanos y los líderes del partido para respaldar a un candidato acusado dos veces y que podría enfrentar más cargos.
El juicio que se avecina se centrará en las acusaciones de que Trump, quien alguna vez estuvo a cargo de salvaguardar los secretos más importantes de la nación, acumuló deliberada e ilegalmente información confidencial de seguridad nacional después de dejar el cargo.
Este caso aumenta el riesgo legal para Trump, quien ya ha sido acusado en Nueva York y enfrenta investigaciones adicionales en Washington y Atlanta, las cuales también podrían resultar en cargos penales. Sin embargo, entre las diversas investigaciones a las que se ha enfrentado, tanto los expertos legales como los propios ayudantes de Trump habían considerado durante mucho tiempo que la investigación en Mar-a-Lago era la amenaza más peligrosa y la más propensa a un enjuiciamiento.
Los asesores de campaña de Trump han estado preparándose para las consecuencias desde que se informó a los abogados del expresidente que él era el objetivo de la investigación, asumiendo que no se trataba de si se presentarían cargos, sino de cuándo.
Dos abogados de Trump renunciaron tras su imputación
Dos abogados que representaban a Trump renunciaron el viernes. En un comunicado difundido por los medios estadounidenses, los abogados Jim Trusty y John Rowley declararon: “Esta mañana presentamos nuestra dimisión como asesores del presidente Trump y ya no lo representaremos ni en el caso por el que ha sido imputado ni en la investigación del 6 de enero”.
Trump mencionó los cambios en su equipo legal en su red social, Truth Social, sin especificar que se trataba de una dimisión. “Agradezco a Jim Trusty y John Rowley su trabajo. Se enfrentaban a un grupo de gente muy deshonesta, corrupta, diabólica y enferma, como nunca se había visto antes”, recalcó.
Según Trump, en “la mayor caza de brujas de todos los tiempos, que se traslada ahora a los tribunales de Florida”, será representado por Todd Blanche, un abogado que ya formaba parte de su equipo legal en Nueva York, y se unirán a él “en los próximos días” otros abogados.
El jueves, Trump anunció que había sido imputado por el caso de los documentos clasificados que había llevado ilegalmente a su residencia en Mar-a-Lago (Florida) cuando abandonó la Casa Blanca.
Trump, quien se postula como candidato en las elecciones presidenciales de 2024, fue imputado en marzo en un tribunal de Manhattan (Nueva York) por pagos irregulares para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante su campaña de 2016. Esta fue la primera imputación por delitos criminales presentada contra un expresidente estadounidense.