El sistema de crédito social que ha puesto en marcha China y que tiene previsto poner en práctica en todo el país en el año 2020 impidió viajar en avión y trenes de alta velocidad este último año a casi 23 millones de personas «desacreditadas», según el informe anual del Centro Nacional de Información de Crédito Público, responsable de la aplicación de este proyecto.
Las autoridades recopilaron más de 14 millones de informes sobre «conductas no fiables» de individuos y empresas, entre las que figuran estafas a clientes, impagos de préstamos, publicidad engañosa o falsa, y comportamientos «incivilizados». Además de la restricción en la compra de billetes de avión y tren, las personas incluidas en esta lista negra fueron castigadas con otra variedad de penas como el impedimento de adquirir seguros premium, bienes raíces o se les avergonzó al hacer pública esa información.
Se informó que 3,51 millones de personas y entidades aceptaron pagar sus deudas, impuestos o multas durante 2018 a causa de la presión ejercida por estos medios.