POR SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.- El Primer Tribunal Colegiado condenó ayer a 30 años de prisión al recluso Agustín Severino Fernández, acusado de la muerte de la niña de cuatro años de edad, Glenys Díaz Cabrera, ocurrida en el sector El Egido.

Los magistrados establecieron que la niña, quien  llevaba cuatro días desaparecida, fue estrangulada por Severino Fernández.

La menor fue asesinada en febrero del año pasado, cuyo cadáver fue localizado en unos matorrales en terrenos cercanos al viejo Aeropuerto del Cibao, cerca del Comando Cibao Central de la Policía.

Tras la condena, la Familia Díaz Cabrera manifestó su alegría y no creyó el alegato del recluso de que cometió el crimen por insinuación de otra persona. El fiscal Raúl Martínez sostuvo que se trata de una sanción “ejemplarizadora” que pone de manifiesto que el sistema de justicia penal puede ofrecer una respuesta satisfactoria a la demanda de la sociedad.

Dijo que aunque la condena no devuelve la vida de la menor, la sociedad puede confiar en que quienes cometan hechos de esa naturaleza van a hacer condenados por los jueces.

El hombre deberá pulgar su pena en la cárcel de Rafey a donde fue traslado, pese a que en ocasiones quiso aparentar ante los magistrados que sufre de trastornos mentales.

La desaparición y posterior muerte de la niña provocó una gran indignación en el Barrio El Egido donde vecinos y familiares pedían que le entregasen al condenado para lincharlo.