Imponen terminales transporte calles  estrechas Villa  Consuelo

Imponen terminales transporte calles  estrechas Villa  Consuelo

Las paradas incorrectas en las calles, las violaciones elementales a las señales de tránsito, la competencia por pasajeros, la contaminación por monóxido de carbono  y  el irrespeto a las personas, son sólo algunos de los inconvenientes que provocan las rutas de autobuses y minibuses en el barrio de Villa Consuelo, en el Distrito Nacional.

A pesar de que mañana  hará un año que un minibús de la ruta de Los Alcarrizos en competencia con otro mató a un niño e hirió a otras tres personas, en la calle Ana Valverde  los conductores de estos vehículos no han variado su conducta, pero tampoco el Ayuntamiento del Distrito Nacional ni los organismos del área del transporte han hecho nada para controlar el desorden existente.

Por ejemplo,  calles como la Hermanos Pinzón, Teniente Amado García, Juan Bautista Vicini,  Ana Valverde, Baltazara de los Reyes, Concepción Bona y Eusebio Manzueta, entre otras, están convertidas en terminales de rutas que controlan sindicatos de la región Sur del país y de sectores del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.

Entre las avenidas 27 de Febrero, Duarte y Hermanos Pinzón hasta la Eusebio Manzueta se estacionan casi todos los autobuses y minibuses de las localidades de Barahona, Paraíso, Enriquillo, El Llano, Pedernales, Hondo Valle, Duvergé, San Juan y otras, generando trastornos para el tránsito debido a que prácticamente ocupan todos los carriles de las vías.

Pero, además de las paradas de los sindicatos que transportan pasajeros hacia el Sur del país, también funcionan las de los sindicatos locales, como Los Alcarrizos, los kilómetros 20-22, 25, 28,   Herrera, Buenos Aires, y otras, que antes transitaban por la avenida 27 de Febrero pero han salido de esa avenida para circular por las calles interiores.

A un año.  Este martes 22 el niño John Frank Evangelista García, de 12 años,  cumple un año de haber muerto  atropellado por un minibús de la ruta Los Alcarrizos, en momentos en que estaba sentado en la acera de la calle Ana Valverde  casi esquina Hermanos Pinzón.

La indignación de los familiares y los vecinos sigue como el día del accidente, debido a que los conductores continúan con las mismas prácticas de competencia e irrespeto, como si la muerte del menor no sirviera para nada.

A raíz de la tragedia, vecinos  levantaron dos muros, de los denominados policía acostados,  con la finalidad de controlar el desenfreno de los choferes que circulan como “chivos sin ley”.

Aún así, explica María de Los Santos,  los muros son volados  constantemente por los choferes.

El caos crece

En las avenidas y calles de Villa Consuelo es difícil transitar en otros vehículos que no sea de las rutas que  las han ocupado. Algunas que tienen tres carriles pero dos de ellos están ocupados por paradas de  buses.

Aunque  cuentan con terminales, la verdad es que resultan muy pequeñas para la cantidad de unidades con que cuentan los sindicatos, lo que los obliga a tomar los espacios públicos, ya que hasta las aceras funcionan como estacionamientos.

Franklin Antonio Evangelista, padre de John Evangelista,  se manifestó indignado porque a un año de la tragedia en que su hijo perdió la vida  y otros tres resultaron afectados, el caos continúa, ahora con mayor intensidad, porque se han agregado más rutas.

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