Ignoro cuál de los tres acumula, en estos momentos, el más alto nivel de impopularidad.

Declaraciones sobre economía y finanzas públicas hechas por separado por Temístocles, Bengoa Albizu y Segura, han tenido en la población el efecto devastador de una descarga eléctrica.

Adelantándose a cualquier justiciera medida presidencial sobre la odiosa carga que representan los combustibles para los consumidores, el secretario de Economía ha expresado la imposibilidad de una rebaja sustancial en los derivados del petróleo, no obstante la estrepitosa caída del crudo en los mercados internacionales.

Aunque aclarada a destiempo, los medios destacaron expresiones del ministro de Hacienda sobre el convenio con Petrocaribe, en el que se le atribuyó afirmar que el gobierno gestionaría mayores recursos para el pago de la factura petrolera.

Segura, el vice de la CDEEE, se destapó prometiendo de nuevo solución a la severa crisis energética, en momentos en que la población soporta una de las tandas de apagones más crueles.

Tres pifias en una semana es un buen récord.

Se advierte en una y otra situación que los funcionarios de marras no midieron el efecto que tendrían discursos tan insensatos.

La población resiste actualmente una de las crisis de mayor impacto en el presupuesto familiar. Alzas desmedidas en los artículos de consumo diario, en servicios públicos y de educación privada, así como impedimentos de acceso a la vivienda, golpean sin piedad a los dominicanos.

Suerte, para los impopulares funcionarios, que no estamos en tiempos de campaña electoral.