Importaciones y crecimiento

Importaciones y crecimiento

El crecimiento de la economía dependió de las importaciones en los gobiernos de Leonel Fernández, las estadísticas revelan que en promedio el PIB creció 6.7% y las compras externas 10%, periodo 2005-2012. La correlación tuvo su excepción en el 2009, a pesar de las explicaciones todavía no se entiende que el PIB creciera 3.5% y las importaciones declinaran 23%.

Romper la dependencia tomará años, el gobierno inicio el proceso apoyando las pequeñas y medianas empresas, pero los resultados se comenzarán a ver cuando las unidades productivas se conviertan en verdaderas instituciones; mientras tanto, para minimizar la pérdida de empleos por baja en el crecimiento, las importaciones deberán crecer y para financiarlas es necesario que la economía genere liquidez.

¿Cuál liquidez? La que los economistas llaman flujo neto de recursos del exterior, que tienen dos destinos, importar bienes y acumular reservas internacionales. En el caso dominicano, si las importaciones no aumentan y tanto el PIB como el empleo declinan, el flujo neto de recursos se destina a mejorar las reservas internacionales del Banco Central, sucedió en el primer trimestre del año, el FMI lo reconoció citando el balance de US$4.1 mil millones a junio.

El asunto queda más claro repasando las estadísticas del trimestre enero-marzo del 2013; la economía apenas creció 0.3% y las importaciones cayeron 5.7%, ambos respecto al primer trimestre del 2012. Mejoró el flujo de recursos del exterior en US$750.1 millones, comparando con el mismo trimestre del 2012. ¿Qué destino tuvo la liquidez adicional?   El Banco Central acumuló reservas internacionales por US$958.4 millones, la suma de dos montos, el flujo neto de recursos del exterior (US$750.1 millones) y la reducción (US$208.3 millones) de las importaciones. Razón por la que se redujo el gasto total de los dominicanos en 2.6%, participando el gasto privado con 2.2 puntos porcentuales, otra demostración de lo que hemos sostenido en reiteradas ocasiones, que la disminución del déficit fiscal por menores gastos del gobierno, poco tuvo que ver con el pobre crecimiento de la economía en el primer trimestre del año.

Comparto la política del Banco Central de acumular reservas internacionales, un objetivo de largo plazo que he recomendado, solo que debe tener cuidado con la velocidad, porque en el corto plazo la prioridad es el crecimiento que depende de las importaciones. El reto es mantener positivo el flujo neto de recursos externos, me refiero a los ingresos por exportaciones, remesas, inversión extranjera directa y de cartera, así como desembolsos netos de préstamos privados en moneda fuerte. Un verdadero desafío por la depresión de la economía mundial y amenaza de aumento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que tenderá a revertir los flujos de capitales.

Independiente de que el objetivo de la política monetaria sea controlar la inflación, se debe parar la velocidad de devaluación de la tasa de cambio, en el corto plazo afecta no solo el crecimiento vía menores importaciones, sino también el balance de empresas y bancos comerciales con pasivos en dólares. Las autoridades monetarias tienen suficientes reservas para no permitir el nerviosismo cambiario, deben parar la tendencia negativa aunque la opinión del FMI sea diferente.

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