El doctor José Visa, especialista en oftalmología pediátrica de IMO Miranza, afirma que la agudeza visual se desarrolla “desde el nacimiento hasta los 8 años”. Por ello, es necesario prestar mucha atención ante cualquier signo de alerta en los niños que indique un problema ocular.  

Un simple gesto, como acercarse mucho los objetos a la cara, podría estar desvelando uno de los síntomas más frecuentes de la ambliopía, también conocida como “ojo vago”. Una de las patologías más comunes entre los niños, afectando a cerca de un 4 %. Como indica el especialista, es necesario tratar esta afección lo antes posible para que no se convierta en irreversible en el futuro. 

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Los defectos refractivos

La hipermetropía, la miopía y el astigmatismo, que afectan a 1 de cada 5 niños, son los problemas de visión más comunes, denominados defectos refractivos.

El doctor Martím Azevedo, especialista en Miranza IOA, señala que “la hipermetropía es un ojo más corto de lo normal y la miopía es un ojo más largo. Los niños, normalmente, son hipermétropes porque el ojo es pequeño y más corto que en los adultos y cuando el niño crece, el ojo va creciendo con él y la tendencia que tiene es a ser emétropes, es decir, no tener graduación cuando llegan a ser adultos”.

El oftalmólogo explica que cuando un niño es hipermétrope, la tendencia que tiene esa graduación es a bajar. Esto es lo que muchas veces llamamos hipermetropía fisiológica, que es una hipermetropía que luego de adulto desaparece.

Otras patologías que pueden sufrir los menores, aunque en menor proporción, son las cataratas congénitas, el estrabismo infantil, la ptosis palpebral congénita o caída de párpado y el glaucoma congénito.

Consejos para cuidar la vista de los niños antes de la vuelta al cole

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El grupo de expertos de Miranza propone algunos consejos que pueden ser de gran utilidad a la hora de cuidar la salud visual de los más pequeños.

• Se recomienda realizar una primera revisión alrededor de los cuatro o cinco años, siempre que no haya indicios de problemas previos.
• Es conveniente que todos los años se les haga una revisión con el objetivo de evitar futuras complicaciones. 
• Prestar atención a los comportamientos de los niños es un paso fundamental.
• Una buena iluminación es un factor clave a la hora de realizar cualquier actividad que implique un esfuerzo visual.
• Fomentar el desarrollo de actividades al aire libre, permitiendo así el descanso de la vista.