Importancia de la evaluación para lograr calidad educativa

Importancia de la evaluación para lograr calidad educativa

Por Ramón Pérez Minaya. Especial para Hoy (1 de 4)
La República Dominicana ha participado en evaluaciones internacionales que miden la calidad de los sistemas educativos, entre ellas las pruebas PISA de la OCDE, en los años 2015 y 2018. En las pruebas PISA de 2015, el país se ubicó en el último lugar en ciencias y, en matemáticas y en lectura ocupó el puesto número 68 de 72 países. En las de 2018, se mantiene a la saga en ciencias y matemáticas y empeora su posición en lectura, a un 76 de 77 participantes, incluso por debajo de países con ingresos per cápita inferiores a los nuestros.

La UNESCO realiza evaluaciones sobre la calidad educativa de los niños de tercero y sexto grado de la primaria, en varios países de la región de Latinoamérica y el Caribe, donde nuestro país ha quedado también ubicado en un lejano y solitario último lugar. El cuadro más grande que acompaña estas líneas muestra información sobre las pruebas de lectura para los países que participaron en los años 2006, 2013 y 2019.

Puede observarse que, de manera consistente, República Dominicana ocupa el último lugar en las tres pruebas realizadas en más de una década, tanto para los estudiantes de tercer grado como los del sexto. En los primeros lugares se encuentran Cuba, Costa Rica y Chile; este último país resultó en primer lugar en todas las pruebas correspondientes al 2013.

Los pésimos resultados de la República Dominicana no han encontrado eco en nuestros medios de comunicación y, en general, pasan desapercibidos por la clase política y por las autoridades del sistema educativo.

Estamos dando la espalda a una realidad que constituye un lastre para nuestras posibilidades del desarrollo socio económico.

Esta situación se explica por la incompetencia de nuestros profesores, que son formados en las aulas de nuestras universidades, lo que aparentemente no es tomado en consideración ni por el Ministerio de Educación ni por el Ministerio de Educación Superior.

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El deterioro del sistema educativo viene de lejos. Veamos algunas evidencias.

• En el 2011, el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE) realizó una evaluación a los profesores de la escuela pública para determinar sus destrezas en lectura, expresión, escritura y comprensión lectora para asumir la docencia del primer grado de educación básica. Sólo cuatro profesores aprobaron el examen.
• En el 2013, el IDEICE determinó que el conocimiento de todos los profesores que enseñaban matemáticas del primero al cuarto grado de educación básica en las escuelas públicas era “mediocre”, dado que presentaban problemas en las operaciones de sumar, restar, multiplicar y dividir, además en algunas nociones de medidas.
• En el 2017, el IDEICE realizó la Evaluación de Desempeño Docente, que verifica que los docentes hayan alcanzado estándares mínimos definidos a través de un conjunto de mecanismos y pruebas.
A nivel nacional, se pudo observar que el 73% de los docentes cae sobre las categorías de insuficiente o básico, y sólo el 2.9% obtuvo la categoría de destacado, con calificaciones entre 90 y 100 puntos.

El segundo gráfico muestra los resultados de las evaluaciones de los concursos de oposición para llenar vacantes de maestros, observándose un deterioro desde el año 2012. Es preciso señalar que el cambio brusco en la curva del 2019 al 2021 obedeció a una modificación en las herramientas evaluativas, sacando de ellas la evaluación escrita de competencias, lo cual constituye un retroceso.

Un paso de avance para mejorar la calidad de la educación dominicana fue la normativa del Ministerio de Educación, en el 2015, con el propósito de dar cumplimiento a la Meta Presidencial para la formación de maestros de excelencia.

Dicha norma establece criterios de admisión para los estudiantes que deseen cursar la carrera de educación superando, entre otras, las pruebas de aptitud académica, que es una prueba estandarizada por el College Board, institución no-gubernamental sin fines de lucro de los Estados Unidos que, desde hace más de 100 años, procura que los estudiantes que ingresan a las universidades tengan la mayor capacidad posible. Para ello diseña unas pruebas denominadas PAA.

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El Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU) quedó a cargo de llevar adelante estas tareas a partir de 2016. En el tercer cuadro se muestran los resultados de las pruebas que fueron administradas entre el 2016 y el 2019.

Estas cifras que hemos presentado en este trabajo muestran los pobres resultados de nuestros estudiantes y de sus profesores en todas las evaluaciones realizadas, de manera consistente, durante muchos años.

En posteriores entregas procuraremos justificar la relación entre educación y desarrollo económico, revisaremos experiencias internacionales y propondremos cambios en el sistema de evaluación de la calidad, con la finalidad de sentar las bases para formar una generación de dominicanos y dominicanas capaces de encaminar el país por el sendero del desarrollo.