En el proceso educativo cuando los alumnos no alcanzan las calificaciones necesarias o las destrezas esperadas para su grado académico, se pueden iniciar algunos esfuerzos tutoriales, grupales o individuales, de manera paralela o simultánea a la docencia regular.
Las tutorías a nivel educativo, se entienden como un proceso de acompañamiento personalizado para llenar o completar algunas necesidades que tenga el educando, mediante una atención individualizada o grupal, para reconocer la diversidad del alumno.
La tutoría va más allá del contenido, es trabajar de manera personalizada con la dificultad del alumno, trabajando actitudes, valores y destrezas necesarias para dominar el plan de estudio.
Las tutorías ayudan al alumno a superar cualquier dificultad que tenga en una o en varias materias, con el objetivo de reducir los índices de reprobación y disminuir las tasas de deserción escolar.
Los tutores no están para hacer el trabajo del alumno, más bien deben ser facilitadores, mediante el uso de estrategias para que este supere cada una de sus dificultades. El objetivo de un buen tutor es que el estudiante logre la autonomía e independencia, dominando los contenidos y pueda trabar por sí solo.
Las tutorías cuando son necesarias sirven para fortalecer el crecimiento académico y personal del alumno, hacen que este conozca y alcance su potencial, permitiéndole lograr un correcto aprendizaje.
El tutor debe ser un especialista en el área que va a impartir, es necesario que conozca muy bien el campo de la ciencia que va a trabajar y debe tener las destrezas necesarias para desempeñar esta importante labor de acompañamiento.
El tutor debe ser una escucha activa y un observador de las necesidades del estudiante para anticiparse, prevenir e ir descubriendo cuando esté pasando por un proceso o que metodología de aprendizaje es la que tiene su alumno. Ser receptivo y empático con el estudiante, sin llegar a ocultar o minimizar sus dificultades, pues hay conductas que deben ser corregidas y destrezas que deben ser desarrolladas.
Las tutorías facilitan la integración del alumno en la dinámica de su grupo de clase, al dominar los temas y contenidos va desarrollando autoconfianza y seguridad, que proyectara con sus grupos de pares. Es necesario el trabajo en equipo con la institución educativa a la cual pertenece el alumno, a fin de coordinar las acciones y lecciones del tutor con el programa académico establecido.
Para facilitar el proceso es bueno que el alumno y el tutor creen un vínculo de confianza y respeto, con una actitud abierta y colaboradora, donde las preguntas y respuestas surjan abiertamente
Las tutorías deben desarrollarse a partir de los intereses y necesidades de estudiante. Estas sirven además para aclarar dudas sobre contenido, forma y criterio de evaluación y además previenen y trabajan problemas de aprendizaje.
Para lograr una buena tutoría es necesario adaptar los contenidos al nivel o necesidad del alumno, hasta que esté preparado para trabajarlos por si solo; así como detectar dificultades, necesidades o algunas lagunas académicas y ayudarlos a superarlas.
El tutor debe regular el ritmo del alumno, sobre todo cuando está por debajo de las metas y objetivos que debe cumplir. Entre alumno y tutor debe existir un dialogo basado en respeto, paciencia, comprensión y asertividad, creando un clima donde el educando se sienta cómodo en realizar las preguntas. El tutor debe resaltar las cualidades positivas y hacer que el alumno reconozca sus fortalezas, no solo sus debilidades.
Los refuerzos positivos deben estar presente en casi todos los aspectos de la vida y en la tutoría no es la excepción.
La tutoría ayuda al estudiante controlar sentimiento de baja autoestima, ansiedad o frustraciones al ver que el grupo domina saberes o tienen destrezas que aun él no ha desarrollado. La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.